martes, 7 de diciembre de 2010

PINTORES REALISTAS


      En el tema 3 veremos cómo Realismo e Impresionismo se plantean la representación de la Realidad como objetivo fundamental del Arte, desde distintas perspectivas, sin embargo.
      En sucesivos artículos, dispondréis de una breve reseña de los pintores más importantes del Realismo y el Impresionismo.

MILLET (1814-1875)

Millet fue uno de los iniciadores del movimiento realista francés.
Se formó en la Escuela de Barbizon, que éstaba formada por un grupo de paisajistas.
Poseía un profundo sentido de la naturaleza y sobre todo un interés por los aspectos espirituales que lo alejan del sentido crítico de Daumier y Courbet y dotal algunas de sus obras de un tono sentimental, que se pone de manifiesto en un de sus obras más conocidas, el Ángelus, que representa una escena de trabajo rural, pero no se centra en las
labores agrícolas sino en el momento de la oración diaria.
El Ángelus de Millet


DAUMIER (1808-1879)

Fue uno de los grandes representantes de Realismo francés, aunque su obra destaca por su sentido satírico y su ácida crítica social y política.
Técnicamente, Daumier se caracteriza por la utilización del color como base del cuadro, sin apenas utilizar el dibujo, suponiendo una
de las bases de la pintura impresionista.
Aunque se centró en temas de crítica social (especialmente dirigida a los funcionarios de Justicia, también realizó algunas obras relacionadas con obras literarias como El Quijote. Atraído por la figura de Goya, como el gran pintor español, ´cultivó además del óleo el grabado y aún más también la escultura.
Grabado satírico de Daumier 


COURBET (1819-1877)

En un primer momento, pinta el paisaje y retratos, con algunos rasgos románticos. Pero a partir de 1849 es decididamente realista. Courbet es de hecho el «fundador» del realismo y se le atribuye la invención
de dicho término.
Escoge temas y personajes de la realidad cotidiana, sin caer en el «pintoresquismo» o «folclorismo» decorativo. Su técnica es rigurosa con el pincel, con el pincel plano y con la espátula, pero su mayor
innovación es la elección de temas costumbristas como motivos dignos de los grandes formatos, que hasta entonces se reservaban a «temas elevados»: religiosos, históricos, mitológicos y retratos de las clases altas. Reivindicaba la honestidad y capacidad de sacrificio del proletariado y afirmaba que el arte debía plasmar la realidad. Su naturalismo combativo es patente en sus desnudos femeninos.


El Taller del Pintor, es una de las obras más representativas y reivindicativas de Courbet, ya que retoma un tema artístico convencional para tratarlo de manera "irreverente" para la época y realizar además una defensa de sus posicionamientos estéticos y políticos en gran formato.

En El Entierro en Ornans, Curbet elige un tema cotidiano para realizar el retrato crítico de la sociedad de su época

EL GENIO DE GOYA

Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos 1.746- Burdeos 1.828)

En España, surgió en el tránsito del siglo XVIII al XIX la figura de un artista excepcional, FRANCISCO DE GOYA: fue un pintor aragonés de una extensa trayectoria artística a lo largo de la cual cultiva un estilo propio por lo que no se le puede encuadrar en ningún movimiento artístico.
Sin embargo, podemos decir que recibe la influencia de la pintura de su época y, a la vez, se adelanta a los movimientos pictóricos posteriores como el impresionismo, el expresionismo, el surrealismo, etc.

En una primera etapa, trabaja para la Real Fábrica de Tapices como pintor de cartones para tapices: es una época feliz, llena de colorido y vitalidad. Destacan: “La pradera de San Isidro”, “El Quitasol”, etc.


Como pintor de corte, realizó excelentes retratos de la familia real,de la alta nobleza y de otros personajes.: estas obras se caracterizan por una gran capacidad para sugerir la personalidad y psicología de los retratados .

El Quitasol


Destaca sobre todo: “La familia de Carlos IV”, el retrato de Jovellanos, etc. También destacan los dos cuadros: “La Maja vestida” y “La Maja Desnuda”.

La "Familia de Carlos IV" es un excelente retrato de grupo en que el pintor realiza el análisis de una compleja galería de personajes con la inteligencia de agradar a su cliente sin renunciar a la verdad que tiene delante.

Goya mantuvo una gran amistad con algunos ilustrados españoles con quienes compartía estas ideas sobre la necesidad de cambios en España, la fe en la razón, el progreso y la educación, etc.

Su ácida crítica hacia la sociedad española de la época la plasmó en sus series de grabados, en especial en “Los Caprichos” y en los “Disparates”. Su carácter alegre fue haciéndose poco a poco más apagado y triste, debido a los acontecimientos que le tocaron vivir, en especial: la Guerra de Independencia, en la que el pueblo español defiende su libertad frente a los invasores franceses de Napoleón.
Reflejo de la honda amargura y tragedia que supuso esta guerra son su serie de grabados “Los Desastres de la Guerra”, así como sus famosos cuadros “El 2 de mayo de 1808 en Madrid” y “Los fusilamientos del 3 de mayo de 1808 en Madrid”, todos ellos de enorme fuerza expresiva.


En "Los Fusilamientos de la Moncloa", Goya aporta una nueva visión de la Pintura de Historia y realiza una lectura de la guerra como un desastre antropológico. Esta filosófica visión pictórica de la guerra tendrá su continuación en El Guernica de Picasso.

En sus últimos años, Goya se encierra en su quinta y desarrolla la llamada etapa de las Pinturas Negras: tonos sombríos, reduce las figuras a unos pocos rasgos esenciales, crea escenas de pesadillas. Destaca: “El Aquelarre”, “Saturno devorando a su hijo”, etc.