La lámina opuesta para comentario presenta varios temas arquitectónicos ya que observamos en ella el plano de una porción de terreno sobre la que se asientan varios edificios.
De todos ellos ellos destaca uno, de planta rectangular, cons dos espacios y rodeado de columnas, exactamente, ocho en sus frentes cortos.
La disposición y elementos de este edificio que parece el principal del plano nos lleva a pensar que estamos ante la planta del El Partenón y por tanto, del plano de la Acrópolis de Atenas.
En definitiva, hablamos de arquitectura griega en su periodo clásico.
La arquitectura griega supuso un cambio en las concepciones constructivas de la Antigüedad, sustituyendo el sentido colosal de egipcios o mesopotámicos por la máxima "el hombre es la medida de todas las cosas", que implicó la construcción de edificios de menor tamaño.
La arquitectura griega, desarrollada en el ámbito de las polis y de una compleja sociedad donde la conciencia de ciudadanía irá arraigando fuertemente hasta derivar en la Democracia, aportará importantes valores estéticos basados en la proporción y la armonía. Se desarrollará tanto en el ámbito civil, con la construcción de teatros, stoas y estadios, como en el ámbito religioso, en el que destaca la formulación de un tipo de templo uno de cuyos máximos exponentes es el Partenón de la acropolis ateniense que observamos en la lámina.
Se trata de una arquitectura arquitrabada cuyo material constructivo era fundamentealmente la piedra tallada en sillares.
Urbanísticamente, las polis griegas no adquirirán planos regulares hasta la reconstrucción de Mileto, pero desde sus orígenes presentarán dos espacios singualres, el ágora, espacio público que constituirá, al menos funcionalmente, el antecedente de las plazas mediterráneas y las acrópolis, espacios situados en alto y que albergaban los grandes edificios de culto de la polis.
De todas las polis griegas, la de Atenas, que vivirá su mayor esplendor en el siglo V bajo el gobierno de Pericles será la más representativa por la calidad de sus edificios entre los que destacan el Templo Erecteion y su tribuna de cariátides, el Templo de Atenea Niké, los Propileos de Menesicles y por supuesto, el Partenón.
El Partenón, sigue la estructura del templo griego: planta rectangular, división en dos espacios, la pronaos y la naos, cubierta plana y frontón. En este caso, posee opistodomos con columnas jónicas y se asienta sobre estilobato. En el Partenón se aplicaron también las correcciones ópticas (éntasis) habituales en los templos griegos, que perseguían la perfección y armonía visuales. Se trata de un templo octásilo, de orden dórico en el que destaca su sentido clásico y elegante de la proporción, así como su programa decorativo escultórico, realizado por el gran escultor del periodo clásico griego, Fídeas.
Como era habitual en los templos griegos, Fídeas utiliza el entablamento, triglifos y metopas para desarrollar un programa decorativo en el que despliega sus virtudes como escultor: equlibrio, serenidad y belleza clásica conseguidos a través de una depurada técnica constituyen las señas de identidad de Fídeas y de su trabajo en el Partenón. Como novedad, Se utiliza el friso superior de la cella para realizar la Procesión de las Panateneas (hasta entonces no se utilizó en un templo dórico este espacio para decoración).
Junto al Partenón, los ya mencionados templos de Atenea Niké (jónico, anfipróstilo y tetrásilo) o el Erecteion, convierte a la acrópolis ateniense en uno de los más importantes centros de estudio de la arquitectura y concepciones artísticas griegas, que jugarán un decisivo papel en la conformación del arte occidental.
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